Tan solo unos días restan para que Robertlandy Simón concrete de manera oficial el regreso a las canchas, vistiendo la camiseta de las cuatro letras . Nos es imposible no asociar su imagen con la de aquel equipo Cuba, que cargado de juventud en sus filas se codeaba con las mejores selecciones del mundo. El período 2009-2013, fueron años de puro éxtasis en el Voleibol masculino cubano. Leal, León, Hernández, Yoandri Díaz, Hirrezuelo, Cepeda marcaron época, quizás la única deuda que dejaron a la afición fue la no clasificarse a los Juegos Olimpicos.

Hoy la realidad de nuestro Voleibol masculino es otra, muchos rostros jóvenes que prácticamente ninguno sobrepasa los 25 años de edad. Las figuras emergentes aún carecen de experiencia, pero en su favor tienen que ya a su corta edad, están fogueandose en ligas extranjeras como la de Argentina.
Los nombres de Miguel A. López , Marlon Yant, Livan Osoria y la más reciente grata sorpresa del deporte Roamy Alonso, comienzan a tomar fuerza en la boca de la afición. Ya los chicos mostraron tener dotes de casta de campeones en el Torneo Challengers de Eslovenia y más reciente en los Juegos Panamericanos de Lima.
¿Qué aportará Simón?
Si bien el juego del plantel nacional se verá beneficiado de los aportes de Robertlandy, no se pueden descartar las virtudes y defectos de este elenco que ha de resolver su DT. Vives. La fortaleza en el bloqueo, la potencia en el ataque son cualidades que destacan en el equipo. Aspectos ha mejorar por la escuadra, la potencia en el saque, la defensa de campo, la inteligencia de juego.

Por enésima vez se comienza a escribir las páginas del Voleibol Cubano. Ahora con un veterano y que es considerado por los expertos el Mejor Central del Mundo. El hijo de la Piedra Simón tendrá a sus espaldas la responsabilidad de guiar por el camino del triunfo a estos pequeños y talentosos leones caribeños. Esos que buscan volvernos a hacernos soñar.
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Que ganas de ver la Ciudad deportiva con el ambiente de cuando era chico, esos duelos frente a Rusia e Italia que viví en esa sala jamás se borrarán de mi mente.
Aquellas ocasiones, años tras años, de tener a las mejores escuadras nacionales y muchos de los mejores voleibolistas del mundo en Cuba, sencillamente, eran espectaculares. Como espectaculares eran los rematazos y los bloqueos del equipo cubano a esas escuadras. A Cuba se respetaba, estaba entre las mejores.